5 de febrero de 2008

José Jacinto Milanés











Poeta cubano (1814 - 1864). Rompió con ciertos esquemas líricos del momento.





REQUIESCAT IN PACE


I


Yo la vi resplandeciente
en las filas del sarao,
y la juzgué el vivo sueño
del poeta enamorado.
El melancólico brillo
de un lucero en el espacio,
y el místico son del aura
en torno de un campanario,
eran la luz de sus ojos
y el acento de sus labios.
Como los ángeles puros
iba vestida de blanco:
su mejilla fresca y roja
como la flor del granado.
Sus amigas le reían:
su madre en luengos abrazos
devoraba a puro beso
aquel su hermoso retrato.

II

¡Pobre doncella!.... Dos soles
después del baile bizarro,
vagaba yo silencioso
en torno del campo santo,
cuando el quejido de hierro
nueva tumba socavando,
me hizo entrar. El hombre oscuro
que cuida de sepultarnos
con aire estoico acostaba
en nuestro lecho de barro
una beldad. Clavé en ella
mi vista...¡oh Dios justo y santo!
¡Vi la rosada mejilla!...
¡Conocí el vestido blanco!

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