27 de diciembre de 2012

Reynaldo García Blanco




















FOTO ANTIGUA

                                                       
                                                                         A S.D.C.


Esto fue la jaula

En la que estuvo el pájaro bizambo y desorejado

Que ahora está muerto pero canta



Esta fue la casa

En la que había una jaula

Con un pájaro bizambo y desorejado

Que ahora está muerto y canta



Este es el niño

Que vivía en una casa

Donde tenían una jaula

Con un pájaro bizambo y desorejado

Que ahora está muerto y canta



Yo soy el hombre que abrió la jaula

El que olvidó la casa

El que mató al pájaro y al niño

pero no me atrevo a cantar.





               

26 de diciembre de 2012

Robert Graves




















El jarrón Hung Wu


Con mujeres como María no hay reglas que valgan.
¿De dónde sacan su desvergüenza? ¿Cómo pueden hacerlo?

Salió con furia, golpeando la puerta con fuerza tal
que un jarrón, en el estante dorado de arriba -tú lo viste,
botín del Palacio de Verano de Pekín
que valía por todos los bienes de mi apartamento-
se bamboleó y cayó...
                             Yo me serví un trago de ginebra,
apurándolo de un golpe. "Qué le íbamos a hacer?"

Otra vez la campana... María entró serena,
observó sobre la alfombra los pedazos de porcelana roja,
miró hacia arriba, otra vez hacia abajo, condescendiente,
y luego, deslizándose a mi lado para recoger un guante
(su pobre excusa por esa visita inoportuna)
susurró: "Y una cosa que olvidé mencionar:
¡tu jarrón Hung Wu era tan falso como tu amor!"

¿Cómo pueden hacerlo? ¿De dónde sacan su desvergüenza?



25 de diciembre de 2012

Charles Cros

















EPITAFIO


Aquí yacen los mensajeros del rey,
leones del mar de la Patagonia.
Dios los condujo desde la Cruz del Sur a la Estrella Polar
por el camino del contra sentido.
Ellos no hicieron nada como nadie
porque ellos murieron al revés,
como los hombres del Ponant antaño,
cuando partían a morir al Cabo de Hornos.
Ellos no tenían nada que hacer aquí,
no más que los marinos de allá lejos,
sino encontrarle un sentido a la vida.
Porque no es necesario ser un hombre,
para descubrir al fin, moribundo,
dónde se encuentra la Patagonia.




Traducción de Jorge Teillier

23 de diciembre de 2012

François Villon

















BALADA DE LAS LENGUAS ENVIDIOSAS




En una mezcla de arsénico de roca;

en trisulfuro, en salitre y cal viva;

en plomo hirviendo, para consumirlas mejor;

en hollín y pez empapados de lejía

hecha de excrementos y orines de judía;

en agua que ha lavado las piernas de leprosos;

en raspaduras de pies y calzados viejos;

en sangre de culebra y en drogas venenosas;

en hiel de lobo, de zorro y de tejón,

¡sean fritas esas lenguas envidiosas!


En sesos de gato que odia pescar,

negro, tan viejo que no tenga un diente en las encías;

de un viejo mastín, que vale igual de caro,

rabioso, en la baba y saliva;

en la espuma de una mula asmática

bien troceada con buenas tijeras;

en agua en que las ratas zambullen hocicos,

igual que ranas, sapos y alimañas peligrosas,

serpientes, lagartos y otros nobles pájaros,

¡sean fritas esas lenguas envidiosas!


En sublimado, peligroso de tocar;

y sobre el ombligo de una culebra viva;

en sangre que se ve seca en las vasijas

de los barberos, cuando llega la luna llena

y que una parte es negra, y la otra, verde cebollino;

en pupas y tumores y en los sucios lebrillos

donde las nodrizas aclaran sus paños;

en los enjuagues de muchachas amorosas

(quien no me entiende no ha visto burdeles),

¡sean fritas esas lenguas envidiosas!


¡Príncipe! coloca esos sabrosos trozos sin hueso,

si no tienes estameña, saco o tamiz,

hazlo en el fondo de unas bragas sucias;

pero antes... en excremento de cerdo,

¡sean fritas esas lenguas envidiosas!










18 de diciembre de 2012

Charo Guerra



















Lección


Obsérvala, hija mía,

en la gente que huye

está esa opacidad.

Aunque insistamos en verlo todavía,

lo que llamamos cuerpo en ellos es la nada.

Es decir, un círculo sin luz,

una ausencia bordeada, difusa,

y ya después la mano que se mueve

como si aún queriendo, fuera imposible despedirse.


El timbre de una voz,

el efecto borroso de un sueño

en que la casa está vacía

y despierta angustiado quien la está soñando

frente a las ánimas que esperan.


Mira bien,

observa la carencia,

la incisión,

este vacío.





este vacío.





Limonar, Cuba, 1962

16 de diciembre de 2012

Larry J. González

























Mi madre va echando a robar tubérculos.

Primero registra en los objetos alrededor del oso - *aquel oso lleno de
exantema en los*

*filos de* *Las Rocosas* - y encuentra mi componedor de primer grado.

Mi componedor mantiene algunas letras.

Puedo formar la palabra casa.

Hileras intactas de corduroy en el estuche.

Puedo formar la palabra *tara*.





Mayabeque, Cuba, 1976




15 de diciembre de 2012

Susan Sontag















Diarios Tempranos


"La pasión paraliza el buen gusto"

En relación a la muerte de Gertrude Stein: salió de un coma profundo para preguntar a su compañera Alice Toklas: "Alice, Alice,¿ cuál es la respuesta?" Su compañera respondió: "no hay respuesta" Gertrude Stein continuó: "Bien, entonces, ¿cuál es la pregunta?, y cayó muerta.
El sadismo, la hostilidad es un elemento esencial en el amor. Por lo que es importante que el amor sea una transacción de hostilidades.
Querer más la verdad que querer ser buena.





Legna Rodríguez



















Por cuanto


La voz de mi cabeza

es el resultado

de la voz de otra cabeza

las cabezas se están extinguiendo

las cabezas comen pero se extinguen

he comido lo mismo que las cabezas

y he visto que ese no es el problema.

Y en mi interior

hay a veces varios hornos.

Y la voz de una familia

es el resultado de la voz de una conciencia.

En cuanto a líquidos

convendría retener un poco

bajo la lluvia con ye de yerro

o con cualquier otra ye

parecida.





Camagüey, Cuba, 1984


4 de diciembre de 2012

Notas sobre "El Libro de los Colegios Reales", de Rito Ramón Aroche
















Por Alfredo Pérez M.


La poesía en R. R. Aroche parece venir siempre de más allá, por unas lindes que ni siquiera el mismo poeta conoce a cabalidad, luego es la poda y el ajuste para dejar al texto en su envoltura (sequedad, esencialidad). Él se apuesta, y espera, a través de una abertura lo suficientemente estrecha e imprecisa mana una sustancia o una cifra que la mano apresa con dedos no demasiado apretados, en la libertad de los intercambios, es posible entonces ver que un pájaro puede co-responder a un número, o el número es la corteza de un árbol, todo depende de un leve giro del viento o de la visión dialogante. Es posible especular entonces con posibles relaciones matemáticas, con densidades, es decir, con significados. En algunos momentos la ratio se arriesga a plantear un probable orden entre categorías, o su negación, o su relación contraria que podría incluirlo, como cabe a tema tan escurridizo (la poesía). Avanzado el libro entramos en el ensayo poemático o el poema en forma de ensayo sin que se note mucho el paso de una densidad a la otra, un lenguaje lo sostiene, una intención, cómo para asir: «cercano al fin, los niveles exploratorios ». Vamos sintiendo a lo largo del libro como las palabras son esas cajas transparentes que contienen a veces una catedral (campanario) a través de un charco de agua, daguerrotipo de un daguerrotipo de una instantánea, que es la realidad; se puede entonces aferrar un cuerpo en fuga, pero solo un instante. Esas operaciones entre lo posible en su cualidad designable o su replicación en estratos de más difícil acceso, y el sujeto que va descubriendo (¿deshilando?), nos hacen ver a través de sucesivos puentes de sentido, de invención a veces. Hay dos modos de leer este libro intercambiable, un solo lenguaje, la poesía que reflexiona sobre el acto poético, el ensayo poético que reflexiona sobre el hecho escritural, dos orillas de un río que des hace o re construye en el límite la posibilidad, la compre(n)sión entre dos asíntotas que se alejan sin remedio pero que de alguna manera comparten una misma sustancia. Libro extenso, pero hacia adentro, hacia los costados de una o unas posibles relaciones a las que siempre se podrá interrogar.  



Junio 2012.