17 de abril de 2007

Leonardo Guevara

(ver entradas anteriores)


Martes 14.

Ha sido removido el quiste sebáceo. Removida esa forma de crecer o decrecer según el punto en que se encuentre el tumor. De lo maligno hay una pequeña evolución. Solo hay un paso entre el bien y mal, una línea divisoria que los médicos no han querido cortar para tener el limite y así saber si existe realmente la recaída o la curación.

Han removido el tumor benigno que había en mi cabeza. Una semana después de esta cirugía menor del pensamiento debo volver. -Cuidar los puntos de la infección- A pesar de que el tumor ha sido benigno según los estudios, todavía la muerte puede rondar.

Ha sido un quiste sebáceo, mas he soñado todas las noches con un tumor cortado de raíz. La visita al médico no puede esperar. Allí estarán los resultados de la evolución del pensamiento.

Yo digo, quiero quitar esta bola de mi cabeza por estética. El doctor dice, no solamente por estética, aunque sea buena puede llegar a ser mala.

Por eso esta manera de no cortar la línea. Hay que dejar un espacio para reconocer donde empieza el bien y acaba el mal. Aunque lo bueno ha sido cortado de raíz, con lo malo hay que trabajar sutilmente. Uno debe tocarlo con el filo de la hoja y tratar que no se ramifiquen sus ideas, porque un tumor mal cortado podría llenar tu cabeza de malos pensamientos. Podríamos pasar desde esa línea divisoria hacia una perdida total.

Después del martes 14, solo los ojos de mi perro le dan sentido a esta forma que tengo de vivir.

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