26 de febrero de 2012

Wislawa Szymborska




















UN GATO EN UN PISO VACÍO


Morir-eso, a un gato no se le hace.
Porque, qué puede hacer un gato
en un piso vacío?
Subirse por las paredes.
Restregarse contra los muebles.
Nada aquí ha cambiado,
pero nada es como antes.
Nada ha cambiado de sitio,
pero nada está en su sitio.
Y la luz sigue apagada al anochecer.


Se oyen pasos en la escalera,
pero no los esperados.
Una mano deja pescado en el plato
y no es, tampoco, la de antes.


Algo no empieza
a la hora de siempre.
Algo no sucede
según lo establecido.
Alguien estaba aquí, estaba siempre,
y de repente desapareció
y se empeña en no estar.


Se ha buscado ya en los armarios,
se han recorrido los estantes.
Se ha comprobado bajo la alfombra.
Incluso se ha roto la veda
de esparcir papeles.
¿Qué más se puede hacer?
Dormir y esperar.


¡Ay, cuando él regrese,
ay, cuando aparezca! 
Se enterará de que ésas no son maneras
de tratar a un gato.
Como quien no quiere la cosa,
habrá que acercársele,
despacito,
sobre unas patitas muy muy ofendidas.
Y, de entrada, nada de brincos ni maullidos. 




Kornel Filipowicz
















Demasiado pronto

¿Por qué las guerras tienen que empezar a las cinco
O incluso a las cuatro de la madrugada?
A esa hora
Medio adormilado
Sólo me levanto para ir a pescar
O para ir a buscar setas

¿Será por que al frente de los ejércitos hay mariscales
Y generales que suelen tener más de sesenta años
Y que sufren de insomnio
O que se despiertan al amanecer sin problemas?

Las guerras deberían empezar a las diez
O a las once de la mañana
O mejor todavía a las cinco
O incluso a las seis de la tarde
Se podría dormir más
Y vivir más tiempo.




22 de febrero de 2012

Charles Tomlinson

















CÉZANNE EN AIX


Y la montaña: cada día
Inmóvil como fruta.
Y asimismo: no como fruta,
Por ser irreducible,
Pues ni es parte de la delicia,
Lo que nos fuerza a cuestionarla
Doblemente: no posa. Es.
Indocta, inalterable,
Pétrea cabeza de puente abierto
Hacia lo que es tangible
Por no sentido previamente. Allá,
En su peso curtido a la intemperie,
Su silencio silencia,
Presencia que no se presenta. 





Vladimír Holan















Pero


El dios de la risa y los cantos hace ya tiempo
que cerró tras de sí la eternidad.
Desde entonces sólo de vez en cuando
resuena en nosotros un recuerdo agonizante.
Pero entonces el dolor es lo único
que no alcanza nunca la dimensión humana,
es siempre mayor que el hombre
y, sin embargo, tiene que caberle en el corazón.







Alberto Acosta
















DESTINO


Absorto en la triunfal desarmonía de este cuerpo
que no tiene otro destino que morir,
y tal vez exhalar una o dos líneas hermosas sobre el papel,
me pregunto si todo estuvo mal,
si no hubo otro camino.

No son dulces los antiguos recuerdos
sino espadas que se hincan
y dejan al aire los tendones.
¿A dónde marcha la belleza que se borra?
¿A dónde voy yo mismo?
Sólo hay una certidumbre:
no nos veremos más allá,
no nos inclinaremos  juntos otra vez sobre la hierba,
nuestros rasgos no se confundirán de nuevo en el espejo.

Como cualquier criatura
nos pudriremos solos al borde del camino,
entre dos pulsaciones,
con un clavo de oro hincado en las espaldas.






Cuba,1957- 2012.

19 de febrero de 2012

Charles Simic




















El espectador ideal que vive sólo para el arte, las manos cruzadas a la espalda.  Una tela en blanco titulada con propiedad "En blanco", frente a él.  Son exactamente las once de la mañana en el museo provincial.   Se pueden oír los rumores de la tripa del guarda unifor-mado, que tiene cara de alguien ahogado a la luz de la luna.



León de Greiff















Tergiversaciones


Porque me ven la barba y el pelo y la alta pipa
dicen que soy poeta..., cuando no porque iluso
suelo rimar –en verso de contorno difuso-
mi viaje byroniano por las vegas del Zipa...,

tal un ventripotente agrómena la jipa
a quien por un capricho de su caletre obtuso
se le antoja fingirse paraísos...al uso
de alucinado Poe que el alcohol destripa!,

de Baudelaire diabólico, de angelical Verlaine,
de Arthur Rimbaud malévolo, de sensorial Rubén,
y en fin...hasta del Padre Víctor Hugo omniforme...!

¡Y tanta tierra inútil por escasez de músculos!
¡Y tanta industria novísima! ¡tanto almacén enorme!
Pero es tan bello ver fugarse los crepúsculos...



17 de febrero de 2012

Dolores Labarcena






A su regreso trajo consigo la risa burda de los amantes de paso. Y aunque traté de disimular mi disgusto abriendo las piernas en la medida en que se abre un libro, no habría otro hombre que me incitara al crimen. Hubiera bastado (tendido en su bañera con aguas del Leteo y esencias de mirra) un golpe de hacha y zas, pasto para los buitres. Pero me tembló la mano.

Aprendí a contemplar con recelo el cuello blanco de las sirvientas.




Alejandra Pizarnik






















LA PALABRA QUE SANA

Esperando que un mundo sea desenterrado por el lenguaje,
alguien canta el lugar en que se forma el silencio.
Luego comprobará que no porque se muestre furioso existe el mar,
ni tampoco el mundo.
Por eso cada palabra dice lo que dice y además más y otra cosa.




Patrick Kavanagh




















Por: Rito Ramón Aroche

“Nuestros estilos/ están ya recordados”. ¿Es esto lo que encontramos mientras repasábamos una vez más (y siempre) en páginas de José Lezama Lima? Posible que tal prueba nos los pueda corroborar un poeta como Eliseo Diego, quien dijo no haber escrito nunca una novela porque las que les hubiera gustado hacer ya se habían consumado. A diferencia de Jorge Luis (Borges, no faltaba más), quien siempre negó la posibilidad de asumir él la novela más que otra cosa debido a un orden, al que podríamos denominar de carácter técnico, esto es: la imposibilidad de poderla librar de ripios. He de recordar que en una oportunidad Emil Cioran hubo de ser algo más que conciso: “En la novela —eso creo que dijo— hay que dar detalles. Y yo voy directo a las conclusiones”. ¿Se quiere, entre muchísimas razones, definición aún mejor sobre lo que debe ser un aforismo a fin de constatar su eficacia? De nuestro José Martí ya sabemos: “Un grano de poesía sazona un siglo”. Lo cual podría avenirse al dictado de T. S. Eliot al responder que no tendría sentido una revolución en el campo de la poesía cada diez años. Pero fue criterio de Alejo Carpentier el hecho de que la novela había variado muy poco de Homero a la fecha. Y tal observación, según él, le vino de su amigo el cineasta soviético Sergei Eisenstein cuando hubo de poner en sus manos, solo para demostrárselo, un ejemplar del Ulises de James Joyce. ¿Y algo más…? Pienso en esto que también llegó a decir, no Eisenstein, sino el mismísimo señor Alejo: “Que Romeo y Julieta era un tema digno de Corín Tellado, sólo que en manos de alguien como William Shakespeare…”

Visto así, no sería vano pensar ante tantos y tantísimos desvaríos —¿desconsuelos?— que debería haber siempre, o casi, o por lo menos, un alivio… De modo que no estaría mal si buscáramos asegurarnos, en el momento de esto que va siendo ya una especie de irremediable caída libre. Hela aquí: presencia de lo que habíamos leído en una de las singulares páginas de esa voluminosa acumulación (“Poema mío”) de Eugenio Florit. Todo está dicho ya, sentenció Florit, pero aun así hay que volverlo a decir. Vaya observación: tramposa en verdad. Puesto que lo que no termina de aclarar Eugenio es cómo. Y ese cómo, si tenemos en cuenta que tampoco era su deber aclarárnoslo, es lo que dicta porqué unos sí y otros no. Nos referimos, es obvio, a ese tipo de literatura/autores que se encuentran relacionados inexorablemente y de una vez y por todas, con lo que trasciende. Ah, dirán algunos, literatura que trasciende…

Sobre todo si es que se trata de uno de los mayores de la poesía del XX no solo en Irlanda y para los irlandeses. Hasta donde sabemos, uno de los suyos, Seamus Heaney, no ha reparado en ofrecerle el lugar que merece. Ni en aceptar la influencia recibida de él.

Nos referimos, véase si ya va siendo hora que lo mencionemos, a Patrick Kavanagh, quien nacido en 1905 tuvo la suerte de ver la luz hasta 1967. Tiempo adecuado para llegar a trabajar la tierra y, más tarde, vivir de la poesía. Se dice que llegó a granjearse el epíteto de escritor polémico. Sus libros: The Ploughman and Other Poems (1936), The Great Hunger (1942), A soul for Sale (1947), Come with Kitty Stobling (1960), Collected Poems (1964). Una edición de su poesía completa (Complete Poems) terminaría por hacerle justicia a solo cinco años después de su muerte, esto es, en 1972.




EPOPEYA

He vivido en lugares importantes, en tiempos
en que se tomaron grandes decisiones: a quién
pertenecía esa legua de piedras, tierra de
nadie rodeada por nuestros bieldos y reclamos.
Oí a los Duffy gritar: “¡Maldita sea tu alma!”
Y el viejo McCabe descamisado fue visto
pisar el lote desafiando el acero azul:
“Aquí va la marca por esas piedras de hierro”.
Ocurrió cuando el lío de Munich. ¿Cuál
fue más importante? Me inclinaba
a dejar de creer en Ballyrush y Gortin
hasta que el fantasma de Homero me vino a la cabeza.
Y susurró: Yo inventé la Ilíada a partir de esos
pleitos locales. Los dioses crean su propia importancia.


1 de febrero de 2012

Tomas Transtromer













La plaza salvaje


                                
Cansado de todos los que llegan con palabras,
palabras, pero no lenguaje.
Parto hacia la isla cubierta de nieve
Lo salvaje no tiene palabras.
¡Las páginas no escritas se ensanchan en todas direcciones!
Me encuentro con huellas de pezuñas de corzo en la nieve.
Lenguaje, pero no palabras