8 de abril de 2012

Orlando González Esteva
















Poesía, vertiginosa
revelación del tintero.
Lotería, reverbero
donde la lima reposa.
Angustia de la tojosa
que planea sobre el agua,
rascabucheo en la guagua,
precaución de la rutina,
resabio de puta fina
que no se quita la enagua.


                ...

Por la oscura guardarraya
que da al monte y no regresa
se ha escapado la traviesa
y menuda Rinquincalla.
Se quedó el pueblo sin saya,
sin para qué los papeles,
la ropa está en los cordeles
y dicen que la muy terca
en vez de cruzar la cerca
se ha dormido en los laureles.




 tomado de Mañas de la poesía, 1981. 




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