6 de julio de 2011

Jamila Medina Ríos


















Holguín, Cuba, 1981.Premio de Poesía David 2008, con el poemario Huecos de araña (Ediciones Unión, La Habana, 2010).




Poemario: Anémona (inédito)

Huerto


El útero
–con toda su carga simbólica–
pinzado
por patas agrulladas
de tijera:
incomparable con un brazo
con un pellizco en un brazo
incluso incomparable con la boca
una mordida en la boca.
El útero
abierto a recibir la sombrilla-medusa
el paraván tentacular
como la espina dorsal de algún pez frío.

Para qué abre una mujer las piernas
frente a la lengua dura del espéculo
y hace poner AHÍ una cortina de hierro.
Acompañada por la música del amolador de cuchillos
la mujer afila la filigrana de su locura
sexar sexar sexar
cerrar abrir serrar
el pasadizo de la respiración
tensar los límites del gozo
llegar al borde negro.
La madre extraída de la puta
con la extirpación del huerto
la mujer-la ye(r)ma 
abierta-diluida
a recibir sin peligro la babaza
como un hoyo en la arena.

Por la tarde –en la tarde desmayada–
cuando el útero va regresando a su matriz
como un cesto tejido de moluscos
aun sabiendo que no puede ejercitar los miembros
la mujer se abre provocando a entrar.

Qué desacompasado el pulso del amante
cuando penetra y cede
la seda roja del himen.
Qué despreocupado ahora
–el cuello torcido del útero
sellada la boca fría–
seguro
de que no habrá brazos que lo jalen.

Cuando la lengua de la medusa empieza
su cosquilleo indefenso
el amante todavía sonríe con la cabeza erguida
y pega dentro –amordazando–
con el pez martillo, con el pez serrucho, con la mano abierta.

¿A las puertas del huerto
quién se atreve a llamar
con ese golpeteo sordo?
Tanteando
                 sonrojada
           alrededor del bálano brilloso
                                        –como el hígado crudo
                                                       como el hígado rojo–,
                                      retrayéndose
como una anémona asustada
la sombrilla
acompasada
clava y enseña las varillas
lame
y desangra
se apoltrona
y muerde.



***


Poemario: Primaveras cortadas (inédito)


Estigia 


Febrero y no octubre rojo / novilunio y no noviembre y no domingo (sangriento). / Desde 
Petrogrado la prolongación de las riberas: / Trotsky bajo la metralla /

la Guardia Roja, soldados y marineros / (no confundir con el Ejército Blanco,
con el Ejército Verde, con el Ejército Negro) / contra los cadetes y el batallón de novias /

de la muerte / cuidándose de preservar las paredes verde claro del Palacio de Invierno / el Campo de 
Marte dragado muchas veces por la flota / –Lenin

inmerso en las Tesis de Abril– / para enterrar a los combatientes de la revolución /  
–Lenin volviendo a una ciudad ahora llamada Leningrado– / Rusia, 1940 polacos /

velados /  bajo los abetos rojos de Katyn / Trotsky con frío en la frente abierta
por una pica / Leningrado con el pan y el presupuesto recortados / quemando

sus casas de madera pero nunca sus árboles / premiando la conservación del verde bajo el cerco: / 
enmascarados por los pintores: / la fábrica Kírov como un macizo

forestal / Smolny como un enorme           claro en el bosque / Rusia, 1945 alemanas 
desfloradas sobre la marcha/ y a cambio sus hombres exhibiendo

sobre las ramas, en el camino de la vida/ la polacada sangrante del verano /
intactas sus venas por el hielo. / Maniluvio: / la boca de esta muchacha japonesa 

envenenada / huele a violetas / a violetas las casacas / la besaron los ingleses /
la besaron los franceses y los rusos / pero la sangre sólo huele a sangre /

aunque reguemos abundantemente las palmas / de las manos /
dos mil veces en la penumbra tibia de la casa real / o haciéndolas correr

por las riberas de la Estigia, florecidas de loto / que son una infinita y sola ribera / larga como una 
longaniza / rosa como la herida de las violadas. //

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