Tomas Transtromer
POSTLUDIO
Me arrastro como un garfio sobre el fondo del mundo.
Se engancha todo lo que no necesito.
Cansada indignación, resignación ardiente.
Los verdugos traen piedras, Dios escribe en la arena.
Silenciosas estancias.
los muebles, listos para volar en el claro de luna.
Avanzo silencioso hacia mis adentros
a través de un bosque de vacías armaduras.
EN LA EUROPA PROFUNDA
Yo, casco oscuro que flota entre dos puertas de exclusas,
descanso en la cama del hotel, mientras alrededor despierta la ciudad.
La alarma silenciosa y la luz gris penetran
y me suben lentamente hasta el próximo nivel: la mañana.
Horizonte escuchado. Algo quieren decir los muertos.
Fuman, pero no comen. No respiran, pero les queda voz.
Voy a apurarme por las calles como uno de ellos.
La catedral ennegrecida, pesada como una luna, hace flujo y reflujo.
CAE NIEVE
Los entierros llegan
más y más apretados
como los carteles de autopista
cuando nos acercamos a una ciudad.
Miles de personas miran
hacia el país de las sombras largas.
Un puente es construido
lentamente,
derecho hacia el espacio.
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