3 de noviembre de 2013

Mario Cesariny

 



















Pastelería 
 

Al final lo que importa no es la literatura
ni la crítica de arte ni la cámara oscura

Al final lo que importa no es el buen negocio
ni tener dinero y muchas de horas de ocio

Al final lo que importa no es ser nuevo y galante
-tiene él tantas maneras de montar un estante

Al final lo que importa es no tener miedo: cerrar los ojos frente al precipicio
y caer verticalmente en el vicio

¿No es verdad, chaval? Y mañana habrá fútbol
antes que cine madame blanche y parole

Que al final lo que importa no es que haya gente con hambre
porque así como así habrá muchos comiendo

Que al final lo que importa es no tener miedo
de llamar al gerente y gritarle delante de todos:
¡Gerente! ¡esta leche está agria!

Que al final lo que importa es llevar bien alto el cuello del abrigo,
al salir de la pastelería,
y allá afuera -ah, allá afuera- reírse de todo

Con la sonrisa admirable de quien sabe y gusta
enseñar los dientes blancos limpios y parejos



Traducción: Pedro Marqués de Armas











2 comentarios:

José Valle Valdés dijo...

Gracias por compartírnoslo.

Saludos

D.L. dijo...

Gracias a tí José, un saludo, Pedro