22 de enero de 2014

El asesinato del sirio Nicolás Damián


                         
















 Por Reynaldo García Blanco



¿Qué sucedía en Santiago de Cuba un día como hoy hace cien años? Hay que recurrir a los cronistas locales, un oficio que sospecho se ha perdido para siempre.
El irreverente, sustancial y amigo poeta Oscar Cruz tuvo a bien en regalarme hace unos días un ejemplar de Crónicas de Santiago de Cuba (II), del periodista e historiador Carlos E. Forment Rovira. Este volúmen estuvo inédito hasta que en el 2006 salió a la luz por Ediciones Alqueza, de la Oficina del Conservador de la Ciudad de Santiago de Cuba. Forment dividió sus crónicas en dos tomos. El primero de ellos abarcó desde 1902 hasta 1911 y se publicó hacia 1953. El segundo tomo, éste que tengo en mis manos, incluye lo acontecido entre 1912 y 1920.

Por pura curiosidad, este lunes levemente nublado, tomando té verde de Ceilán traido de Italia, por la historiadora de arte Carmen Lorenzetti y con música de José Aquiles de fondo, me asomo a lo que pasó por estos lares el martes 20 de enero de 1914, es decir, hace cien años.

Ese día comienza con una nota mortuoria. Fallece la Sra. Teófila Garcés, esposa del coronel Alfredo Lora, presidente del Consejo Provincial.

Otro suceso que marcó a los santiagueros un día como hoy hace un centenar de años fue el esclarecimiento del crimen cometido en la persona del Sr. Nicolás Damián, honrado comerciante, natural de Siria. Tema interesante para una novela de Leonardo Padura. El autor resultó ser el campesino Nicolás Revilla aunque había establecido acusación en contra de su enemigo Nicolás Silva, alias El Ñato. Forment nos hace saber que el descubrimiento de este crimen se debió al abogado, licenciado Gonzalez Manet y al capitán de la Guardia Rural Arsenio Ortíz quienes atendiendo a varias confidencias y acompañados ambos por un juez, un fiscal , dos médicos forenses y un grupo de comerciantes sirios, paisanos de la víctima, partieron a través del monte firme y por caminos accidentados y peligrosos, llegaron hasta la finca Santa Bárbara, propiedad del Sr. Revilla, donde en la falda de una montaña advirtieron un pie enterrado, cuyo zapato estaba a flor de tierra, por lo que excavaron el lugar y descubrieron el cadáver en estado de putrefacción.

Así lo ha contado Carlos E. Forment Rovira Agrega además que la sociedad santiaguera aplaudió el feliz éxito del empeño en que se distinguió el celo del entonces capitán Arsenio Ortíz quien años después fuera el tema de los cintillos de primera plana de todos los periódicos cubanos por su sangrienta actuación en el gobierno del presidente Gerardo Machado.

¿Fue un crimen pasional? ¿Un crimen político? Tal vez sea el tema para una novela de Leonardo Padura. Novela que bien pudiera titularse El asesinato del sirio Nicolás Damián.





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