29 de noviembre de 2007

Ernesto Santana

1958, Narrador, Premio Pinos Nuevos 1995, Premio Alejo Carpentier de novela 2002 con Ave y nada.




LA ESTACIóN DE LOS ARQUEROS


En este enorme portal, se oxidaban los automóviles antiguos que coleccionaba aquel hombre inofensivo cuyo nombre nunca supe.

Desde ellos alcanzábamos,por metáfora,los toneles,vacìos hoy, en que bebíamos el licor de los arqueros.

Hace diez años, vivía aún el último gran danés, de cuatro que fueron, luego de la caída mortal de su pareja en la cantera, detrás de la casa, que le hizo languidecer de tristeza durante dos meses.

En esta esquina se sentaba al anochecer el carpintero de una sola gorra, al final de cada jornada de paciente labor en su desvencijado taller, a un costado del solar yermo.

Acomodado en este muro, frente a la ciudadela Urbach, saludando a todos sin detener con su charla a ninguno, parecia esperar a alguien que demoraba eternamente. Los que conocieron a Gume, sólo recuerdan que fue allí, por fin, a donde vino a buscarlo la muerte.

Aquí, en este pasillo entre la ciudadela y el edificio azul, corríamos nosotros, saltábamos hasta agotar los saltos, y nos reuníamos, arqueros inflamados, para cazar las bestias de nuestro imaginario paraíso, poco antes de que acabara la estación de los arqueros.


Bestiario Pánico 1996

1 comentario:

Anónimo dijo...

maravilloso,aterrorisante y místico
amigo ,nunca dejas de encantarnos
como puedes escribir así .....
grande brujo

te queremos tanto ....aunque lejos ,contigo en la distancia amado nuestro estas.....
ania y silvestre
aniavalle@hotmail.com
escribenos ,muita saudades!!!!!!!!!!