Germán Crómlech: tres sonetos
Las
estratagemas del coyote
Con cuchillo
y tenedor se persona
mas presa que
cautiva siempre escapa:
tan rápida
saliéndose del mapa
use ingenio,
que desierto en Arizona
Roca que no
cae, fe ciega fisgona,
bomba con
retraso, red que no atrapa,
cañón
desviado, la no hundida zapa,
muelle
liante, fracaso ayuda peleona.
Mientras come
señuelo y trampa en fallo
alguien negro
tan lejos de su blanco
enriquece a
la casa Acme sin desmayo.
Castigada
salud en genio estanco
-de
infortunios reo, de hambre vasallo-
más pensar
profundo… abajo en barranco
Barbaridad
del barbarismo
En discurso
mayor golpe en sorpresa,
con jerga
extraña mis orejas abro,
no merece
equivalente el palabro,
no llega a
tradición en traición pesa.
Te crees
cultivado, en tierra inconfesa
surcos en
estupor de frente labro,
con tu sed de
lenguas en descalabro
ni usas la
tuya ni sigue la inglesa.
Te atribuyes
poder de gran secreto
y en mundo
complejo bajar cabeza
rendido a
armas de exótico amuleto.
Mal bache y
traba, perdida llaneza:
por tus
ancestros un nulo respeto,
por tus hijos
un mucho de pereza.
Foto-Finish
Perenne
absurdo, detenido gesto,
un ideal
vacuo, la inútil fiereza,
una extraña y
artificial belleza,
voz rota, lo
que tumba ardid enhiesto.
Una historia
con infiel palimpsesto,
corazón
quieto, ojo cristal que empieza,
garra en
borrada huella, huera cabeza,
la muerte con
obsceno manifiesto.
En taxidermia
luce escaparate
sin entrañas
excesivo recuerdo,
con sombra
inmóvil en terco debate.
Piel cual
sudario de atleta ahora lerdo,
joven engaño,
peligroso acicate
diciéndome de
continuo cuánto pierdo.
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