19 de abril de 2007

Respuesta a Moracen

ANTONIO VALDIVIA

Cuba 1969, traductor y periodista.

Cimarrón acabé de leer tu artículo en el Blog,LA SOMBRA DE SI MISMO, y realmente me pareció estupendo, sólo no concuerdo cuanto te refieres al uso de la cultura/religiosidad negra como patrimonio de una piel/color. Debo recordarte que al ser desgarrados de su continente y emprender el obligado camino del exilio, que dura hasta hoy, trajeron consigo la más bellas de las historias de FÈ, con sus Orishas, santos-personas, de carne y hueso (hoy serían más hueso), capaces de amar, sufrir, beber, reír, y engañar a los blancos en la transculturación con las llamadas religiones occidentales, algo que fue bien estudiado, vivido y asimilado por Don Fernado Ortiz (el segundo descubridor de la Isla), y esa gran escritora Lidia Cabrera con su-nuestro “El Monte”.
Hoy mi piel es blanca (ausencia de color) y como sabes eso es un destino, pero te pregunto ya viste el color de mi sangre, el DNA de mi origen, o piensas que mi invisibilidad no tiene tu FÉ, mi abuela no está en la cocina porque tengo orgullo de ella, al contrario de Guillén que se preguntaba ¿Y tú abuela dónde está?
Soy el más blanco de los negros, o el más negro de los blancos, porque germiné en ese lugar donde el sol ya nace violento, donde cuando nada da cierto escuchas a alguien decir ve a guanabacoa necesita hacerte un despojo, palabras de la linda rubia de ojo azules con su acento americano, que al lado de su marido negro, descubrió el significado de ese barrio habanero.
En este mundo globalizado limitarse a enfocar un estudio solo en la base de una piel, es dejar de fuera a gran parte de los que hoy aman esa cultura-religión que no más pertenece a un negro-continente y si a un mestizo, mulato, jabao, blanco, chino y mezclado cosmos, pienso que mientras más mezcla haya en el mundo el será mejor.
Abrazooos y que Elegua continué abriendo nuestros caminos. Antonio Valdivia

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