6 de noviembre de 2007

Gaston Chaissac






Autodidacta puro, nunca siguió una educación artística. Nace en Avallon (Francia) cuatro años antes de que estalle la Segunda Guerra Mundial. Ejerce toda clase de actividades humildes (pinche cocinero, empleado de quincallería, aprendiz talabartero y zapatero). Su primer contacto con el arte lo consigue gracias a una señorita que enseñaba el dibujo a su hermana, observando todo con atención. En 1934, se instala con su hermano en París donde abren una tienda de zapatería, sin mucho éxito. La salud de Gaston Chaissac es precaria ( hospicio, sanatorio). El pintor Otto Freundlich, su vecino con el que se relaciona, le orienta hacia la pintura en 1937. Ya al año siguiente organiza una exposición de Chaissac en París, su primera exposición personal. Albert Gleizes, Robert Delaunay y demás artistas se interesan a su obra. Participa entonces a exposiciones de grupo en los salones parisinos. Atrae la atención de Raymond Queneau, Jean Paulhan y Jean Dubuffet con los cuales intercambia una nutrida correspondencia. A partir de 1948, el artista vive en Vendée pero durante más de veinte años, vive una vida miserable a pesar de las numerosas exposiciones que exhiben su trabajo y de la amistad de Dubuffet. Sólo en los cuatro años que preceden su muerte (1964, en La-Roche-sur-Yon, Francia), durante los cuales expone con regularidad en París, se ve reconocido por el mundo del arte. Gaston Chaissac se reivindica libre e independiente. Utiliza objetos cotidianos, pinta sobre todos los soportes (lienzo, cartón, piedra, chapa de metal), esculpe cepas de árboles, utiliza tablas de madera para esculpir sus Totems, compone collages de empapelados, tendiendo “siempre hacia una mayor sencillez”.




"Afuera cráneo solo adentro
en alguna parte alguna vez
como alguna cosa


cráneo abrigo ultimo
tomado en el afuera(...)"


Samuel Beckett 1978




La historia del arte tiene sus propias líneas de fuga, territorios tan ajenos a las líneas dominantes del arte oficial que ni siquiera se puede decir que hayan sido deliberadamente rechazados o menospreciados. Es el caso del art brut, del «arte en bruto», también conocido en el contexto anglosajón como outsider art: un tipo de obras heterogéneas y difícilmente clasificables cuyo nexo principal consiste en su origen al margen de cualquier clase de institución artística oficial o popular y cuyo descubrimiento para el público culto se debe al artista y teórico del arte Jean Dubuffet. El primer contacto de Dubuffet con el art brut, en los años cuarenta del siglo xx, se produjo cuando comenzó a interesarse por las obras de arte realizadas por enfermos mentales. Pronto su fascinación por estos insólitos trabajos le llevó a preocuparse por una amplia gama de autores, no necesariamente locos o marginados, cuya producción circulaba por terrenos que,desde el punto de vista de la historia del arte, sólo cabe entender en tanto que «no lugares»:diarios íntimos, desvanes, talleres privados... Los esfuerzos de Dubuffet se materializaron en un enorme elenco de 4.000 obras que, treinta años después, donó a la ciudad de Lausana,donde se encuentra el museo de la Collection de l’Art Brut.


Juan Miguel Hernández León
Presidente del Círculo de Bellas Artes

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