9 de febrero de 2009

Edoardo Sanguineti: dos poemas












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he enseñado a mis hijos que mi padre fue un hombre extraordinario: (podrán
contarlo, así, a cualquiera, si quieren, con el tiempo): y después, que todos
los hombres son extraordinarios:
                                              y que de un hombre sobreviven, acaso,
unas diez frases, tal vez (metiendo todo junto: los tics,
los dichos memorables, los lapsus):
                                                    y estos casos son los más afortunados:




36.

cuando te nado dentro, en mi estilo libre (profesional, casi: medio
mixto, en cualquier caso), buceo, retengo mi aliento, y (entrecerrando,
cerrando mis ojos) abro mis brazos, separo mis piernas,
pelo mi plátano (y lo encapucho):
                                               me hago el muerto, me encorvo, me balanceo:
todo aquí: (pentagonal y a estrella, si te parece, soy inscribible en mi propio cerco):




Traducción: Dolores Labarcena y Pedro Marqués de Armas

1 comentario:

El Informante dijo...

Además de estas traducciones sólo conozco las de Guillermo Fernández... Es una pena que Sanguineti no sea tan conocido. Pon la versión en italiano, pa "leggerlo" con calma