Charo Guerra
Lección
Obsérvala, hija mía,
en la gente que huye
está esa opacidad.
Aunque insistamos en verlo todavía,
lo que llamamos cuerpo en ellos es la nada.
Es decir, un círculo sin luz,
una ausencia bordeada, difusa,
y ya después la mano que se mueve
como si aún queriendo, fuera imposible despedirse.
El timbre de una voz,
el efecto borroso de un sueño
en que la casa está vacía
y despierta angustiado quien la está soñando
frente a las ánimas que esperan.
Mira bien,
observa la carencia,
la incisión,
este vacío.
este vacío.
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