1 de diciembre de 2013

Robert Graves























El suicida en el seto


Definitivamente, el suicida no estaba satisfecho
y miraba fijamente su cráneo deshecho:
-¿Qué significa esto?

¿O no era acaso su intención
huir de los imbéciles y de los acreedores
mediante un cambio de paisaje?

De por allí salió una carcajada:
estaba igual que el día de su boda
e igual que al día siguiente de su boda.

No había nada que hacer ni adonde ir;
ninguna diversión. Sólo leer
los papeles con que el viento jugaba
alrededor del seto en que él yacía:
un diario deportivo de hace un año
y una arrugada composición escolar.







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