Lord Dunsany: avatares de una edición
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Pedro Marqués de Armas Alguna vez Alfonso Reyes y Pedro Henríquez
Ureña, esos dos faros de las letras hispanoamericanas, concibieron publicar
un libro...
Hace 1 semana
1 comentario:
Saludos a todos los amigos y poetas del Palenque. Quiero dejarles una nota de un trabajo que estoy preparando sobre Cary Atencio:
“Dentro de la lírica cubana contemporánea, una de las voces de mayor resonancia es la de Caridad Atencio (La Habana, 1963). Poeta, ensayista e investigadora, graduada de Filología, cuenta con varios libros publicados y diversos premios que avalan la calidad de su obra. Su sentido de búsqueda profunda, la manera escrutadora y precisa de señalar puntos decisivos de la existencia humana, su capacidad para traducir los oscuros manejos —suertes, sombras, claridades— de la mente, ha marcado mi acercamiento a su poesía en prosa. Ser reconocidos en lo que somos —primero por los (otros) cercanos y luego por los Otros—, en una sociedad que continúa siendo falocéntrica y silenciosamente grupuscular, resulta un horizonte (casi) de tentador y obligatorio alcance; sobre todo si el “somos” se compone de las unidades poeta/mujer/madre/esposa/hija/intelectual/mestiza/cubana. Cada una se reflejará en los textos. La mayoría resultan mis puntos de contacto.”
De “La sucesión” (Atencio, Caridad. Letras Cubanas, 2004) un poema.
La sangre vino después de la succión. No por su causa. Respondo a un rapto y una fuga. Describes, hundido en el silencio. Cifras en la oquedad tu ceñido contorno.
Hincaba en la raíz de tu memoria. Hurgaba en lo sagrado.
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