20 de junio de 2011

Henri Michaux












Un poema de Ideogramas en China: captar mediante trazos


Reducidos, deformados como están, esos caracteres ilegibles, para centenares de millones de chinos no eran, sin embargo, letra muerta para ellos. Es cierto que, apartados de los círculos doctos, los campesinos los miraban sin comprenderlos, pero no sin reconocer el vínculo que los unía a aquellos agiles signos, parientes de los techos curvos, de los dragones y los personajes de teatro; de los dibujos de nubes también y, en general, de los paisajes con ramas en flor y hojas de bambú que habían visto en los grabados y apreciaban.


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