Daniil Kharms
Sinfonía número 2
Anton Mikhilovich escupió y dijo:
"¡hugh!", otra vez escupió y dijo: "¡hugh!"; volvió a
escupir y otra vez dijo: "¡hugh!"; y luego desapareció. ¡Al diablo
con él! En lugar de él déjenme hablarles de Ilya Pavlovich.
Ilya Pavlovich nació en 1893 en Constantinopla. Cuando apenas era un niño su
familia se mudó a San Petersburgo, donde se graduó en la Escuela Alemana
ubicada en la calle Kirchnaya. Luego trabajó en una tienda y después en alguna
otra cosa. Cuando empezó la Revolución él emigró. Bueno, ¡al diablo con él! En
su lugar, permítanme hablarles de Anna Ignatievna.
Pero no es fácil hablar de Anna Ignatievna; en primer lugar, porque no sé casi
nada sobre ella; y en segundo, porque me acabo de caer de la silla y se me ha
olvidado qué les iba a decir. Así es de que mejor les hablaré de mí.
Soy alto, razonablemente inteligente. Me visto con mesura y buen gusto. No
bebo, no apuesto en las carreras de caballos pero me gustan las damas. Y a las
damas yo no les importo. A ellas les gusta salir conmigo. Sarafima Izmaylovna
me ha invitado a su casa varias veces, y Zinaida Yakovlevna ha dicho que le
encantaría verme. Pero yo tuve un gracioso incidente con Marina Petrovna, del
cual quiero platicar. Fue un asunto muy ordinario pero algo divertido. Por mi
culpa Marina Petrovna perdió todo su cabello, quedó calva como nalga de bebé.
Sucedió así: cuando llegué a visitar a Marina Petrovna, ¡zas!, perdió todo su
cabello. Así como así.
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