17 de septiembre de 2014

Wislawa Szymborska




















Alabanza a los sueños 

En mis sueños 
pinto como Vermeer van Delft. 
Hablo fluidamente griego 
y no sólo con los vivos. 
Conduzco un auto 
que me obedece. 
Tengo talento, 
escribo poemas largos, grandiosos. 
Escucho voces 
no menos que los grandes santos. 
Se sorprenderían 
de mi virtuosismo en el piano. 
Floto en el aire como se debe, 
es decir, por mí misma. 
Si caigo del techo 
puedo aterrizar suavemente en el verde césped. 
No me es difícil 
respirar bajo el agua. 
No me puedo quejar: 
he logrado descubrir la Atlántida. 
Me complace que justo antes de morir 
siempre me las arreglo para despertar. 
Inmediatamente tras el estallido de la guerra 
me vuelvo a mi lado favorito. 
Soy, mas no necesito ser, 
hija de mi tiempo. 
Hace unos pocos años 
vi dos soles. 
Y antes de ayer un pingüino, 
con toda claridad. 




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