21 de agosto de 2007

Henri Michaux

















Namur, Bélgica, 24 de mayo de 1899-París, 18 de octubre de 1984. Fue un poeta y pintor de origen belga, nacionalizado francés.En 1937 se convierte en el redactor jefe de la revista Hermès, que se publica en Bruselas y cuyo objetivo es "provocar o facilitar ciertas confrontaciones directas entre la filosofía, la mística y la poesía".Escribió libros de viajes imaginarios (Voyage en Grande Garabagne, en 1936; Au pays de la magie, en 1941, e Ici, Poddema (1946), compilados en un solo volumen en Ailleurs, 1948); relatos de sus experiencias con las drogas, especialmente con la mescalina (Misérable miracle, en 1956, Connaissance par les gouffres, en 1961), y recopilaciones de aforismos y reflexiones (Passages,en 1950; Poteaux d'angle, en 1971).



ESPEJISMO DE UNA CIUDAD INDIA

¡Una asombrosa ciudad de muchachas! Quedan aún algunos Merovingios, orondos como ojos y caminando orondos bajo el inmenso desfile incesante de nubes negras. Entre inocentes casas y lívidas casas, una lenta circulación de coágulos de sangre. Y la muralla, los guardias, son los grandes leprosos. Para entrar en la ciudad, antes tuvimos que pagar el impuesto al rostro.

                                                                           ***
  
Élitros gigantescos y unas enormes patas de insectos entrecruzada s de color verde brillante aparecieron en la pared de mi habitación, extraña panoplia. Esos verdes rutilantes, segmentos, pedazos y miembros diversos no se unieron en forma de cuerpo. Permanecieron como los despojos respetados de un noble insecto que sucumbió al número.

                                                                          ***

LAS MÁSCARAS DEL VACÍO

A menudo, en la retracción de mí mismo, se me aparecen las máscaras del vacío. Las máscaras que adquiere el vacío no son plenas. No le resulta necesario. Unos rangos ínfimos procuran enmascararlo; y lo logran. Seguramente allí está, casi podríamos olvidarlo... Habitualmente esas máscaras vienen de a dos y se imprimen, sutiles aunque duras, en el disco terminado del universo. Podríamos creer que son gestos, álgebra de gestos detenidos en un cataclismo pompeyano. Pero no hay huella alguna de cataclismo. Al contrario, una extraña movilidad, y por todas partes dentro del mismo espectro del poder, la espantosa succión del vacío. También están los desiertos matinales, tapados de animales muertos.

Gertrude Stein








Pensilvania; 3 de febrero de 1874 - París; 27 de julio de 1946. Escritora y poetisa Estadounidense.Residente en Francia desde 1903, su casa se convirtió en centro de reunión de los movimientos de vanguardia con mayor influencia en las artes y las letras del siglo XX. En 1925 obtuvo notoriedad con Ser norteamericanos. Su obra, que abarca el ensayo, la autobiografía, la poesía y el teatro, se caracteriza por un alto nivel experimental y se la considera una renovadora del género memorialístico por textos como la Autobiografía de Alice B. Toklass (1933), y la Autobiografía de todo el mundo (1937). Fue una mujer de fuerte personalidad, feminista y lesbiana, que convivió más 25 años junto a su mujer Alice B. Toklas








Botones Tiernos (1914)


Traducción : Caridad Atencio






UNA MESA




Una mesa significa una mesa no es así mi querido? Significa fijeza. Y es más probable que un cambio. Una mesa significa más que un cristal liso un espejo que es alto. Una mesa quiere decir lugares necesarios y una revisión de una cosa pequeña significa hacerla significar que allí ha estado un puesto, un puesto donde ella misma tembló.







UN BOLSO

Un bolso no era verde, no era color de paja, y apenas era visto y tenía un uso, un largo uso y la cadena, la cadena nunca desapareció, no se perdía, mostraba que estaba abierto, que es todo lo que mostraba.

Caridad Atencio
















(Ver entradas anteriores)







Del libro inédito Desplazamiento al margen





Habrá una torcedura si inclino la cabeza.
No hay cambio ni camino,
sólo dinero que se irá en conseguir dinero.
Se oía mucho.
“A partir de ahí se marchita formalmente”
o una reja de hierro que da a un pasillo
iluminado y vacío
como las serpientes de la suerte.
Encerrado en el cuerpo de la verdad,
partido dentro.






.....






Como estalla un cristal
la identidad te absorbe.
La identidad te absorbe
como un veneno.
Cada cara te entierra
un rostro conocido,
cada aire de ausencia
un instante saciado.
Las partes lastimadas
se abandonan,
la mano enmohecida
se retuerce
y la angustia
baja como una paz.

Yansy Sánchez
















Cuba (Santiago de Cuba, 1981).Premio Pinos Nuevos 2005








Poemas del libro Maldita sea
















En la tez del Primo Golomón no se avistan colores.
Primo es un negro elemental al centro de la periferia,
donde llegan turistas que lo asustan con el flash, lo
exhiben en las plazas con orgullo, en hoteles donde
viven su fortuna. Y lo invisten y regozan las tuniñas
detrás de las cortinas, no en la pública ¡qué va! ,no
en la calle periférica, detrás de las cortinas y se aflige
el negro, se me pone triste ahora, que ya no luce tan
oscuro.







En el margen del país me han llamado marginal.
Esto es un problema histórico o físico o de Dios,
que trague la luz, y no pueda decir el tono que
me define; sino la letra de carnet con que empieza
la Noche, el No terrible y todos los Narginales:
mis amigos de poste que antes de mi también le
hubieron despedido,fueron traídos al no -ser, y
antes que me llamara cosa ingrata o no confiable
me advirtieron, que este era mi destino: tras la raya
o el poste para esquivar la luz, o esconder mis cabezas
en el fango.

Poesía amorosa de la antigua China




















EL CRUEL AIRE FRÍO DEL INVIERNO


El cruel aire frío del invierno ha llegado, los vientos del norte son despiadados y amargos. La pena más sutil conoce noches largas. Levanto los ojos hacia la multitud de estrellas apiñadas. La brillante luna de otoño está llena. El sapo y la liebre de la luna desaparecen por vigésima vez Un viajero que llegó de lejos me trajo una
carta Arriba dice "Te amaré siempre" Y abajo "Mucho tiempo estaremos separados". Pongo la cana sobre mi pecho. En tres años ninguna palabra ha perdido vigor. Mi corazón solitario se mantiene fiel, fiel. Temo que nunca lo sabrás.

19 de agosto de 2007

Eliseo Diego



La Habana,Cuba (1920 - 1994).Poeta, escritor y ensayista.Entre sus obras se encuentran, En las oscuras manos del olvido (cuentos), 1942. /Divertimentos (cuentos), 1946. /En la Calzada de Jesús del Monte (poesía), 1949. /Por los extraños pueblos (poesía), 1958. /El oscuro esplendor (poesía), 1966. /Muestrario del mundo o Libro de las maravillas de Boloña (poesía), 1967. /Versiones (prosa poética), 1970. /Noticias de la Quimera (cuentos), 1975. /Los días de tu vida (poesía), 1977. /A través de mi espejo poesía), 1981. /Inventario de asombros (poesía), 1982. /Veintiséis poemas recientes (poesía), 1986. / Soñar despierto (poesía), 1988. /Libro de quizás y de quién sabe (ensayos breves y prosa poética), 1989. /Cuatro de Oros (poesía), 1990. /Conversación con los difuntos (traducciones), 1991. /En otro reino frágil (poesía), 1999. /Aquí he vivido (poesía), 2000. /Poemas al margen (poesía), 2000.












TESTAMENTO




Habiendo llegado al tiempo en que
la penumbra ya no me consuela más
y me apocan los presagios pequeños;

habiendo llegado a este tiempo;

y como las heces del café
abren de pronto ahora para mí
sus redondas bocas amargas;

habiendo llegado a este tiempo;

y perdida ya toda esperanza de
algún merecido ascenso, de
ver el manar sereno de la sombra;

y no poseyendo más que este tiempo;

no poseyendo más, en fin,
que mi memoria de las noches y
su vibrante delicadeza enorme;

no poseyendo más
entre cielo y tierra que
mi memoria, que este tiempo;

decido hacer mi testamento.

Es este:
les dejo

el tiempo, todo el tiempo.

17 de agosto de 2007

Carmen Hernández






Cuba (Ciego de Ávila), 16 de agosto de 1953. Poetisa, narradora, dramaturga, ensayista. Licenciada en Lengua y Literatura Hispánicas en la especialidad de Estudios Cubanos en la Escuela de Letras y Arte de la Universidad de La Habana






IDENTIDAD






Esas islas y luz furiosa unidas...
Virgilio Piñera





Ya no espero mensajes ocultos en botellas que llegan desde el mar. No quiero volar sobre las cúpulas de San Pedro de Roma, ni andar el círculo imperfecto de Stonhenge.
No voy a pregonar en Nueva Delhi, ni a perderme en la mirada de Buda en Katmandú.

Ya no soy.
Ya no espero.
Me basta el sobresalto
la extrañeza.
















Qué duro
brother
venderse tan barato.

En esta isla de cucarachas, balseros y huracanes, todos somos dos islas. Arrastramos estas islas kármicas a través del desierto, como alguna vez hizo Moisés en busca de la tierra prometida. Pero ya ningún lugar es seguro ni vale ser serpiente. En cualquier parte te serruchan el piso. El saxo. El sexo.
Odio las islas y el mar, sobre todo el mar y el sol de agosto.
Cargo con mis dos islas y conmigo. Pero no espero llegar, partir tan sólo.

Qué dura
brother
La Habana en blues
la vida.

Lina de Feria










Cuba (Santiago de Cuba) 1945. Poeta y ensayista. Ha obtenido el Premio David de Poesía y el Premio de la Crítica en cuatro ocasiones.





I




Veo pasar el caballo inerme
con su arnés alumbrándole
los ojos
pero como un deshojamiento
de aire
su boca va enfrenada por el hierro
y asoma la memoria
los largos tiempos
en que llanuras arriba correteaba
río abajo se hundía hasta las piedras
(on dios qué pesadumbre qué rencor).
ante el oficio de la tarde
que niega la joven libertad
y el caballo inerme que me busca
subiendo de sus mil huellas
la rajadura de los belfos cruentos
el ahogarse de pronto
mientras lleva a los niños
destino ya insoluble
para quien dominaba la maleza
y ahora el látigo para halar la madera
y ahora el pronto crepitar de sus ojos
más bien cenizas entre los fuegos.

Caridad Atencio o de la escritura

Enrique Saínz





¿Cómo llegar al centro, a una verdadera intelección de los signos del cuaderno de poemas Los cursos imantados (La Habana, Ediciones UNIÓN, 2000), de Caridad Atencio (La Habana, 1963)? Yo diría que el único camino es el de la otra escritura. ¿Cuál? La escritura del desastre, de la ruptura, de la no-escritura en tanto ésta sea la de un discurso emocionado o conmovedor, anecdótico o de una intimidad de filiación más o menos romántica, modernista, parnasiana o de vanguardia.
Claro que Breton y su grupo querían también hacer poesía (textos, para ser más precisos) desnudos, escandalosos, que rompieran con todo lo anterior, pero no imaginaban que la posmodernidad llegaría a hacer obras como la que ahora comentamos, en las que la realidad es vista solo de un modo fragmentario, de fragmentos geométricos, traídos por la inteligencia y ajenos a cualquier vocación lírica precedente.
Caridad Atencio asume ciertos elementos del pensamiento racional, vuelto irracional por la Historia, y los transforma en poesía, en indagación sobre la escritura y sus capacidades para enseñarnos a ver o para revelarnos las dimensiones de lo real, sus zonas iluminadas o sombrías, para de esa experiencia de aprendizaje poder llegar nosotros a saber dónde estamos y qué podemos comprender de ese mundo que nos rodea y que los poetas no han podido hacernos sentir en todas sus posibilidades. En las palabras de presentación que escribió Ismael González Castañer leemos que "entender o no entender carecen de vigencia en la valoración de la expresión artística", afirmación de Lezama en un trabajo de réplica a Jorge Mañach cuando ése se quejaba de que no entendía la poesía suya. Pero sí se trata, en cierta medida, de entender en este caso de Los cursos imantados. No estamos hablando de cómo leer la poesía ni proponiendo una intelección intelectual -valga la redundancia, para que se sepa qué estamos diciendo o queremos decir-, sino de un diálogo fecundo con las palabras, en este caso las de Caridad Atencio. Por eso prefiero llamar texto a la página con signos lingüísticos y no poesía o cuento, pues de esos modos nos estamos adscribiendo a estructuras más o menos definidas y con especificidades celosamente vigiladas por los profesores y críticos. Se trata, decíamos, de saber, estemos ante una obra de Baudelaire, de Celan, de Blanchot o de Barthes. Y el saber significa comprender, bien por la vía intuitiva, matemática, lógica o mística.
Los cursos imantados es un libro que se lee para volver a mirar, para re-conocer, para enriquecernos, y el primer modo de hacer esto último es adentrándonos en las lecturas que hace la autora, desde otras lecturas y desde su propia percepción, de la realidad. La mirada se torna indagadora en este poemario. Hay una intención diseccionadora de lo real, de búsquedas de planos, de trasfondos y de iluminaciones. El discurso se va haciendo de frases entrecortadas, rápidas, deshilvanadas, breves como fugaces destellos. Son visiones momentáneas que no permiten entretejer una historia del suceder, sino sólo mostrarnos su fugacidad.
En el centro de las preocupaciones de Atencio está el lenguaje, la escritura misma, sus posibilidades para el poeta. Víctor Fowler, en la nota que escribió para la contracubierta, dice, en una sucinta caracterización del poemario: "como si [...] el conjunto reprodujese el proceso de pensamiento del autor acerca del lenguaje sobre la poesía y sobre la relación intermediaria del escritor entre ambas instancias y el mundo." Ciertamente, en numerosos momentos de Los cursos imantados hallamos esas problemáticas como cuestionamientos o afirmaciones que vienen de sí o de preguntas de otros sobre el mismo fenómeno.
Veamos "L'écriture du desastre", con obvio ascendiente en Blanchot, pero no por ello menos auténticamente propio de la autora. Ahí se pregunta: ¿Dispersión o despliegue? Texto que peca de audacia y nos remite a la vuelta improbable, donde el límite guarda el secreto del golpe en ambos lados.
La obra halla su faz en la lectura ciega.

En otro momento de suma importancia para llegar al centro del libro leemos:
Todos estamos lejos, al filo del descanso de una imagen o algunas de sus caras. El lenguaje se exilia en la razón. La hipótesis también concluye en la apariencia. Hacia el lenguaje sólo van los rehiletes de la voluntad. Hasta ese instante era un ser imprevisto (C. notas para un diario)

Anotaciones de un diario, visiones fugaces, huida hacia la razón, súbita aparición de otro texto en la memoria, reflexiones que nos comprometen por entero, como esta, de "Anverso": "Dios, o el conocimiento. /// Accesibilidad // Retorno al esplendor que desdeñamos." O esta otra, aún más trágica: "Si toda creación es una destrucción, cómo mirar la calidad biológica del lenguaje. Y lo "ilegible", ¿dónde esconde la muerte? (Archivo. Fondo Único para las letras.) Inicios (C.), conferencia rechazada." En esta frase: "La escritura es una contradicción que se abre" ha leído Fowler una "contradicción" que "confiere a la tarea poética las calidades de un esfuerzo imposible de cumplir, pero también imposible de eludir: [...] entonces la creación poética es ella misma acaso el acto mayor de responsabilidad moral". Porque en este cuaderno hay, qué duda cabe, una inquietante desazón que viene de esa responsabilidad ética de que habla Fowler y de la angustiante conciencia de lo indescifrable, visible en las diversas ambigüedades que una y otra vez aparecen en los poemas y asimismo ostensible en cierto onirismo de vigilia que hallamos aquí y allá a lo largo del texto.
Sentimos las pulsiones oscuras golpeando al poeta en sus reflexiones y en sus visiones rápidas: muertos, vacío, humillación, cegera, lo azaroso, la realidad punzante. La lectura de Los cursos imantados nos deja, más allá de las calidades intrínsecas de los textos, una experiencia de incertidumbre de mayor resonancia que cualquier hallazgo de nuevos caminos que haya podido realizar Caridad Atencio en sus geometrizaciones e interpretaciones de la escritura como posibilidad de conocimiento.
El libro fusiona el discurso racional y la conciencia de una dispersión desestructuradora. Creo que ahí está su más alto testimonio.

Publicado en CubaLiteraria

15 de agosto de 2007

Poesía amorosa China




















(anónimo)






CÓMO HA PASADO EL TIEMPO


Frente al jardín hay un árbol maravilloso, sus verdes hojas brotan con lluvia de capullos. Arranco una ramita y destruyo su esplendor para enviársela al que amo. El dulce perfume invade mi pecho, el camino está lejos, nunca llegaré a él. Esta cosa de la naturaleza... ¿para qué enviarla? Sólo porque me conmuevo al ver cómo ha pasado el tiempo desde la despedida.

Nikki Giovanni





Poetisa estadounidense, nacida en Knoxville (Tennessee) en 1943. Autora de una intensa y polémica producción poética que rebasa las fronteras tradicionales del yo lírico para adentrarse con belleza y audacia en la corriente de protesta en defensa de la población negra, está considerada como una de la voces más significativas de la poesía afroamericana estadounidense de la segunda mitad del siglo XX.








en la vida
estamos siempre
sopesando
cómo enrredamos a nuestras madres
en contra de nuestros padres
o a un profesor
en contra de otro
(solo para medir nuestro término medio)
3 granos de sal
por 100 gramos de verdad
nuestra dulce esencia negra
o los extraviados drogos en la calle
y luego me sorprendo
cuando tú intentas contarme algo
es nuestra costumbre hablar toda la noche
y hacer cosas juntos, a solas
y ya comienzo
(como una respuesta frente a un estímulo)
para equilibrar
el placer de la soledad
contra el dolor
de amarte

Elvira Castillo











Cuba (Sagua de Tánamo) 1963. Licenciada en Derecho. Ha publicado en revistas y antologías nacionales






Tránsito



Cada hora, minuto, segundo de mi vida
los he vivido para convertirme en esta cosa que soy,
grotesca, ridícula, estrafalaria
(también sublime).

En este sinsentido he construido mi esplendor.
amargo,doloroso, lleno de rabia.

Humildad, tengo que llenarme de humildad.
Pero ése, es el más arduo de los caminos,
el más misterioso
y no sé si llegaré, francamente.

Ruego a mi intelecto que pueda dejar constancia
de esa extrañeza.

Ahora soy casi feliz,
sólo por estar en el silencio de mi cuarto
y el único rechazo del que puedo ser víctima
es el que contra mi misma puedo hacer.

Me consuela pensar
que en algún momento, en algún lugar,
para algún oculto propósito,
esto que soy revelará su sentido.

Y cesará el inútil lamento.

8 de agosto de 2007

Eduard Encina Ramírez






Cuba (Baire, 1973). Narrador y Poeta. Lic. en Educación. Miembro de la AHS y del Grupo Literario Café Bonaparte. Egresado del Centro de Formación Literaria Onelio Jorge Cardoso. Ganador del Premio Cesar Galeano, 2004. Ganador del Premio Calendario de Literatura para niños, 2002 y Poesía, 2004. Entre sus libros se encuentran De Ángel y Perverso,El Perdón del Agua, Edic. Santiago y Golpes Bajos, Ed. Abril.










LA BURBUJA




Escribir desde Patmos indefine las orillas. El aire alumbra los temores que la razón no resiste. Miedo a ser la mano por donde la sangre alcanza su forma o el puño exprimidor de las palabras como postes azules/ amargos

Uno intenta vivir salirse en la burbuja hacia los soles conquistados pero siempre es difícil acariciar la luz que nos pierde luz al fin vencida en su propio reflejo. Caer en el círculo conservar la aureola cuando los ciclones arquean las palmas y ya no encuentras sentido

Aquí la voz siempre al lado opuesto pero una vez perdida es laberinto ansia coagulada lienzo en que la desidia muestra su mano casi transparente. Aquí la voz la nada en ti/ creciendo

De otro cuerpo el poema regresa a tu cuerpo y en Patmos un Ángel respira el fondo de una escalera. Ángel muerto/ no dividido. Aquí la voz el negro milita la aureola y escupe al canario que lo oscurece. Aquí la voz ¿Saltas?

Duele mostrar el rostro y saberte en el juego de no elegir la lluvia o el paisaje. Única orilla certeza única y el otro estorba los olores que dios te dicta. Atrás quedan siempre los tatuajes por donde cruza el odio sacudiéndose la inercia. Atrás se borra el camino y comienzas a deshilarte en palabra única/ reflejo

7 de agosto de 2007

Charles Simic





















La silla




Esta silla fue una vez alumna de Euclides.

El libro de sus leyes reposa sobre su asiento.
Las ventanas de la escuela estaban abiertas,
De suerte que el viento volteaba las páginas
Susurando las gloriosas pruebas.

El sol se puso sobre los dorados tejados.
Por todas partes las sombras se alargaron,
Pero Euclides no dijo nada de eso.









Primavera





Esto es lo que vi: nieve vieja en el suelo,
tres mirlos acicalándose,
y mi vecina que salió en camisa de dormir
a tender en la cuerda las camisas de su marido.

El viento matutino hacía difícil engancharlas,
levantó el vestido tan por encima de sus rodillas
que tuvo que dejar de hacer lo que estaba haciendo
y dio una buena carcajada mientras se cubría.




(De "Hotel Insomnia", 1992)

3 de agosto de 2007

Audre Lorde

















Estados Unidos (1934-1992)




POEMAS





Generación II



una chica negra
convirtiéndose
en la mujer
que su madre
deseaba
y por la cual rezaba
camina sola
y con miedo
de ambas iras








Memorial II

Genevieve
qué estás viendo
en mi espejo esta mañana
asomándote como un pájaro hambriento
desde atrás de mis ojos
estás buscando la forma de una chica
a quien me parezco cada vez menos
o recordás
que nunca pude aceptar tu cara agonizante
no te conozco ahora
seguramente tu visión se mantuvo más fuerte que la mía
Genevieve decime por dónde pasean las chicas muertas
después de su verano
quisiera poder verte de nuevo
lejos de mí -hasta
como un pájaro volando hacia el sol
tus ojos me están cegando Genevieve

Filiberto González Rebollar

Cuba (Cienfuegos, 1969). Mereció el Premio Calendario en el 2003 y el Premio Pinos Nuevos en 2004.






Parcelas



De base, la mesa, como fundamento de base, la mesa.
Numéricamente, al contar por arriba: la mata de tilo,
el disco, el guayo, el mantel amarillo;
para finalizar, el queso
y por debajo de éste y en paralelo con la gaveta
el suero
y por debajo del suero por debajo del paralelo
por debajo de la gaveta el líquido que se filtra

desde la cuatro patas.










Borde





Un golpe de hacha contra el esternón
hizo perder la estabilidad,
no hay dudas;
algo semejante a la matanza de cerdos
o al asesinato de Raskólnikov.

Dentro han quedado el aserrín, los guantes,
o parte del desperdicio.
Se hace un nudo de nailon en el cierre.

Angel Escobar
















(Ver entradas anteriores)







La Edad





Alicia, ya Lewis Carroll te dejó. Y ahora,
ahora debes ser tú quien corre, la que indagas
debajo de una piedra. Hay manchas
y límites torcidos. Hay una imagen y otra,
y hay un espejo y rostros y muñecas
recitando una historia de borrachos.
Hay gorriones - una vez vi un candil - y hay
ómnibus apáticos.

Domingo. Dominó. Domine. Deus.

Blanca,Blanca Armenteros,
Alicia te dejó.
"Toma tu píldora" -húyete
me dicen.
-Di el paso al frente y ahora
ya está
dado
al frente al frente al frente
al lado al lado al lado
al frente al frente al frente
al lado al lado al lado

Blanca, Blanca Armenteros.
Ya Lewis Carroll qué se yo.